DOLOMITAS
Decía Reinhold Messner, nacido precisamente en estas montañas, que posiblemente son las más bellas del mundo; y razón no le falta. Formadas por infinitas agujas que miran al cielo son famosas por las tonalidades rosáceas que presentan al anochecer y al amanecer. Sus lagos de origen glaciar y de color azul turquesa, como el Sorapis, son espectaculares. Si te gusta la fotografía, o simplemente te gusta la montaña, es un lugar imprescindible.