ALTITUD: Espigüete Este (2.443m) y Espigüete Oeste (2.451m)
DISTANCIA TOTAL: 13,5km
TIEMPO: 7h (teniendo en cuenta muchas paradas, comida y fotos)
DESNIVEL ACUMULADO: 1.200m
DIFICULTAD: Ruta para montañeros que se desenvuelvan con soltera en zonas con trepadas y destrepadas. Algunas son de II grado. Con lluvia o fuerte viento se desaconseja la subida ya que hay algunos tramos aéreos con "patio". Además el desnivel no es nada desdeñable. Según MIDE (4,4,4,4)
PUNTO DE COMIENZO: Aparcamiento Pinollano.
MAPA DE LA RUTA:
DESCRIPCIÓN: La ruta, que ahora describo, ha sido realizada en compañía de la Agrupación Deportiva de Montaña Suances. Quiero agradecerles el buen rato que pasamos con ellos.
Aparcamos el coche en Pinollano. Al lado del cartel sale una pista en dirección a la cascada de Mazobre. De forma casi inmediata la abandonamos y nos "tiramos" directamente a la arista. Al principio la senda está marcada pero en muchos puntos esta se desdibujada.
Mientras vamos ganando altura las montañas de Cardaño de Arriba van emergiendo poco a poco, como las Agujas de Cardaño, las Lomas, Cuartas, el Consejo, etc.
Rápidamente vamos ganado altura en muy poco espacio de terreno. Hay que comentar que apenas hay 4km desde el parking hasta la cima principal del Espigüete para un desnivel de 1200m. Esto da idea del grado de inclinación que tiene esta arista Este.
Durante esta primera fase de ascensión las trepadas, todas ellas sencillas y de I grado, se van sucediendo de forma continua.
Cerca de las inmediaciones del Collado Cerrunal ya se vislumbra la cumbre Este, aunque todavía muy arriba de nuestra posición.
Seguimos ascendiendo por senda marcada y con una buena pendiente. La arista se muestra espectacular en el collado Cerrunal y puede llegar a percibirse como una sucesión de escalones o de cotas.
A nuestras espaldas aparece otro de los iconos de la montaña Palentina como es el Curavacas. Más al Sur se observa la Peña Redonda coronando el embalse de Camporredondo.
Si tenéis la "suerte" de que sople el viento de Sur con una cierta intensidad, las nubes lenticulares que se pueden formar en las cimas de las montañas pueden ser espectaculares. En la imagen un ejemplo en la Hoya Continua.
Los Picos de Europa, en este caso los Urrieles, hacen acto de presencia entre las cimas de Peñas Malas y el Murcia. La arista no da respiro y nos vamos acercando al tramos más difícil de la misma.
Un último "escalón" antes de acometer el tramo más técnico y, quizás, más expuesto de la ascensión. Desde este punto se aprecia la subida final a la cima secundaria (este) del Espigüete.
Acometemos ahora una tramo en el que no se gana apenas desnivel pero está lleno de trepadas y sobre todo destrepadas.
Nos acercamos a la parte de la arista más afilada de toda la ascensión, pero antes tendremos que hacer dos destrepadas, la primera muy sencilla y la segunda (fotografía de la derecha) algo más complicada (II grado) con un paso lateral y descenso de unos 3m algo más verticales.
Superado este tramo llegamos al tramo más espectacular. La arista se afila, dejando suficiente espacio eso sí, pero con una caída ambos lados tremenda. Los que tengan vértigo aquí lo pasarán mal. Seguidamente una llambría algo inclinada y expuesta nos obligará a echar las manos para ir superándola. Cuidado aquí especialmente si la caliza está mojada o con hielo.
Si echamos la mirada atrás la arista resulta cada vez más impresionante y afilada. Pasamos al lado de dos simas, que ahora en verano se ven bien, pero con nieve pueden ser muy peligrosas. Coronamos una primera cota y ya vemos la cima Este "a tiro". Pero aún deberemos de perder algo de desnivel y volver a ganarlo echando de nuevo las manos a la caliza.
Por fin llegamos a la cima Este de 2.443m de altura. Encontramos un gran vivac desde donde ya podemos divisar la cima principal y el embalse de Riaño, el cual se puede tocar casi con la mano. Solo quedan unos 400m de distancia para la cima principal pero las dificultades todavía no han terminado.
Justo en el collado arrancan los dos descensos de la montaña, la Norte, la cual es la más complicada, y la Sur algo más sencilla. De todas formas en ambos casos nos encontraremos con una buena y pestosa pedrera. Los últimos metros a la cima principal son los más sencillos y "relajados".
La cima principal del Espigüete es una de las más importantes de toda la cordillera cantábrica, no solo por la altura que tiene, sino que también por sus grandes vistas. Lo que destaca por encima de todo es la vista al entorno de la montaña de Riaño, con el Gilbo, Yordas y Peñas Pintas como principales hitos. El Mampodre, la zona de San Isidro y por supuesto otro gran icono de la cordillera, el Macizo de Ubiña (en el centro de la foto al fondo).
Por supuesto se ven perfectamente los tres grandes macizos de Picos de Europa. En este caso el Cornión, macizo Occidental, y el de Andara o macizo Oriental. Se puede apreciar también a la izquierda del Cornión el Pre-Cornión con Peña Beza y el Cantu Cabroneru dejándose ver un poco.
Pero la imagen más impactante, tal vez, es la de los Urrieles o macizo Central. Casi se puede jugar a adivinar todas y cada una de sus cumbres. El Friero, Salinas, Llambrión, Cerredo, Tesorero, Santa Ana, Tiros Navarro, Peña Vieja y Escamellau son algunos ejemplos de izquierda a derecha.
El pueblo de Valverde de la Sierra, junto a los dos Cardaños, que es uno de los que convive con esta mole caliza también se deja ver bien. Dejamos la cima y alcanzamos el collado entre cimas. Giramos a la derecha dirección Sur para acometer el descenso.
Técnicamente no tendremos ningún problema pero sí que nos hará falta paciencia para no perder el equilibrio. Se trata de una pared continua de unos 35º-40º de inclinación con muchísima piedra suelta.
El consejo es arrimarse a la izquierda todo lo más posible para poder apoyar las manos en la pared. Esto nos facilitará el descenso, haciéndolo más rápido y seguro, al poder mantener mejor el equilibrio.
El descenso se va haciendo pesado ya que no se puede bajar la concentración para mantener el equilibrio. No obstante de vez en cuando nos damos un respiro para ver el entorno.
Después de un rato largo llegamos, por fin, a una zona herbosa y ya sin piedra suelta. El descenso todavía continúa, ahora con menor pendiente, pero la zona más inclinada de la pedrera ha terminado. Impresiona volver la vista atrás y observar de donde hemos venido.
La senda finalmente desemboca en una ancha pista la cual girando a la izquierda nos acercará a Cardaño de Abajo. La mole del Espigüete se muestra en todo su esplendor apreciándose bien la arista por la que hemos subido esta mañana.
La pista se adentra, en varias ocasiones, en un pequeño bosque por el que se irá perdiendo desnivel poco a poco. Son momentos en los que ya nos podemos relajar completamente.
Pero en ningún momento dejamos de perder la visión de la mole caliza que tanto trabajo nos ha costado conquistar.
Después de unos 3km, desde que alcanzáramos la pista, llegamos al pueblo de Cardaño de Abajo. Podremos hacer una parada en la plaza del pueblo y tomar algo en un pequeño bar, muy animado por cierto.
Ahora solo nos resta caminar por la carretera hasta Pinollano para lo cual salimos del pueblo y llegamos al cruce con la carretera P-210. Giramos a la izquierda para alcanzar rápidamente el puente Agudín. Aquí cogemos dirección P-217 a Cardaño de Arriba para en 2,5 km llegar al parking. Antes alzaremos una última vez la vista y veremos el trofeo que nos llevamos para casa.
Pero antes de llegar hacemos una parada en Cervera de Pisuerga en la que tenemos la suerte de ver en acción la berrea.
AVISO: Es responsabilidad de cualquiera que realice las actividades aquí descritas el tomar las medidas de seguridad oportunas. Variables como la meteorología, la estación correspondiente, la altitud, el estado del terreno, y sobre todo la preparación física y técnica de cada uno, harán apropiadas o no la realización de dichas actividades. Los tiempos aquí descritos son meramente orientativos y corresponden exclusivamente a mi condición física. También habrá que tener en cuenta, si procediera, la legislación administrativa y ambiental del espacio donde se esté realizando la actividad ya que podría estar sujeta a ciertas restricciones. El desconocimiento de estas restricciones no exime del cumplimiento de las mismas.