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Veinte, Pizarras, Carrío y Porracolina desde Lunada

ALTITUD: Veinte (1.511m), Pizarras (1.478m), Carrío (1.445m) y Porracolina (1.414m)

DISTANCIA TOTAL: 18,7km

TIEMPO: 7h (teniendo en cuenta muchas paradas, comida y fotos)

DESNIVEL ACUMULADO: 980m

DIFICULTAD: Sin dificultad. Sin embargo se trata de una ruta con bastante desnivel y distancia. Según MIDE (3,3,3,3)

PUNTO DE COMIENZO: Puerto de Lunada.

MAPA DE LA RUTA:

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DESCRIPCIÓN: Aparcamos el coche en el Portillo de Lunada. En dirección Suroeste parte el camino que asciende a Castro Valnera. En nuestro caso cogemos el sendero en dirección Noroeste y que, a media ladera, pasa por debajo de la cima del Picón del Fraile.

El sendero nos acerca rápidamente hasta el collado Bustalveinte desde el cual alcanzamos la cima del Veinte, la primera de este precioso cordal.

Descendemos suavemente del Veinte observando casi la totalidad del recorrido que debemos efectuar hasta el Porracolina. Se camina cómodamente por un sendero bien marcado.

Ya observamos con buena nitidez la ciudad de Santander. Incluso se llegan a ver perfectamente los barcos que entran a la bahía. Echando una mirada atrás la cresta del pico Veinte, la cual es la mayor cima del día.

A nuestra derecha, en el sentido de la marcha, tenemos una magnífica vista del parque Natural de los collados del Asón. Aprovechando la buena visibilidad del día el Anboto y el Gorbea se dejan ver a lo lejos.

Hacemos cima en el Pizarras. La cima del Picón del Fraile, con su característica "bola", será omnipresente durante toda la jornada.

Descendemos de forma algo más acusada en esta ocasión para atravesar el tramos más complicado, si cabe, del día. Un resalte rocoso nos impide el paso y hay que subirse a su cresta.

La subida exige una corta y sencilla trepada. Superada caminamos por una espectacular cresta algo más afilada con una buena caída a nuestra izquierda y con un garganta a nuestra derecha.

También observamos la majada del Sel del Cuende con sus bonitas cabañas. Caminar por aquí es un placer por sus vistas. Ya tenemos muy cerca la tercera cima del día que es el Carrío.

También se observa muy bien la Porracolina, en esta ocasión con la braña del Mortero.

Hacemos cima en el Carrío. Observamos las Engüinzas, en primer plano, con la línea de costa justo detrás. Acometemos ahora un descenso importante por una ladera herbosa bastante pronunciada. A la vuelta haremos una pequeña variante para evitarla.

La majada de Sota aparece dibujando en el barranco del Colina un paisaje precioso.

Echando una vista atrás observamos la cima del Carrío y la pronunciada bajada por la que hemos transitado. Hemos llegado a la modesta cima del Senderón y aun tenemos que acometer otra modesta cota como es el Cubíos. Esta ruta es engañosa ya que acumula muchos metros de desnivel casi sin darnos cuenta.

Descendiendo del Cubíos ya vamos finalmente hacia el principal objetivo del día: el Porracolina. Desde esta posición se muestra espectacular.

Llegamos al Alto de la Mina con las cabañas de Sotombo a nuestra derecha. Echamos una mirada hacia atrás vemos el cordal de descenso desde el Cubíos. Ahora solo toca remontar la cara Sur del Porracolina.

Desde la cima se puede llegar a tocar casi con los dedos la Bahía y Santander en una imagen preciosa de la ciudad. Más a lo lejos, y si el día es claro como el de hoy, los Picos de Europa, la Sierra de Peña Sagra e incluso la montaña Palentina se observan bien.

Dejamos la cima y descendemos por la cara norte para realizar una pequeña variante a la subida en la ida. Llegamos al collado que da acceso al Alto de Pipiones y viramos a la derecha para pasar a media ladera por debajo de la cima del Porracolina.

En las proximidades del Alto de Pipiones hay bastante ganado pastando en estas praderías con Peñas Rocías, el Mortillano y el Mazo Grande justo detrás.

Volvemos por nuestros pasos hasta el Alto de la Mina y ahora encuadramos mejor la foto de las cabañas de Sotombo con el Mortillano y Peñas Rocías detrás. Es, quizás, la imagen más bonita de todo el día.

A pesar de estar todavía en verano vemos varias setas dispersadas por todo el recorrido. Ha llovido bastante en los días previos a la realización de esta ruta. Las cabañas que salpican buena parte del paisaje le dan un toque especial.

En algunos pastizales se acumula una buen cantidad de ganado vacuno y también caballar. Volvemos a ver el Monte Colina y las cabañas de Sota.

Cuando ya nos dirigimos hacia el Carrío vamos a evitar la subida hasta su cima. Antes de acometerla sale un sendero por su parte derecha, el Sedo del Carrío, que a media ladera la salva por debajo.

No es difícil, aunque en algún punto se afila un poco convirtiéndose en un sendero colgado. Vemos la Porra y casi en su cima una cabaña, otra más.

Superado el Sedo, giramos ligeramente a la izquierda y sin senda ganamos la cuerda que nos deposita en el sendero por el que hemos venido esta mañana pero ya superado el Carrío. Volvemos a ver el Sel del Cuende con los Campanarios, una de las imágenes más características del Parque de los Collados del Asón.

Destrepamos la pequeña cornisa y para no hacer más desnivel bordeamos, a media ladera y por su izquierda, el Pizarras. Las vistas al Picón del Fraile, ahora con mejor luz, son excelentes.

Llegamos a la Colladía, divisando lo que nos resta antes de terminar la jornada, la cima del Veinte.

Descendemos la Colladía, no sin antes mirar hacia los valles pasiegos y la carretera que sube a Lunada. Subimos por la cresta que nos dejaría en la cumbre. Unos metros antes la omitimos por su izquierda para finalmente alcanzar el collado Bustalveinte.

En el collado tan solo queda coger el sendero que bordeando el Picón, por su margen derecha, nos dejará en el coche finalizando este bonito cresterío.

Una última mirada hacia la carretera que sube al Puerto de Lunada y el rey de este territorio: el Castro Valnera.

AVISO: Es responsabilidad de cualquiera que realice las actividades aquí descritas el tomar las medidas de seguridad oportunas. Variables como la meteorología, la estación correspondiente, la altitud, el estado del terreno, y sobre todo la preparación física y técnica de cada uno, harán apropiadas o no la realización de dichas actividades. Los tiempos aquí descritos son meramente orientativos y corresponden exclusivamente a mi condición física. También habrá que tener en cuenta, si procediera, la legislación administrativa y ambiental del espacio donde se esté realizando la actividad ya que podría estar sujeta a ciertas restricciones. El desconocimiento de estas restricciones no exime del cumplimiento de las mismas.

José Antonio González
Fotografía de paisaje del Norte de España

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