ALTITUD: Pumar (2.066m), Lezna (2.208m), Peña Quebrada (1.997m)

DISTANCIA TOTAL: 21,1km

TIEMPO: 8h (teniendo en cuenta paradas, comida y fotos)

DESNIVEL ACUMULADO: 1.500m

DIFICULTAD: Ninguna salvo el gran desnivel y la distancia. Según MIDE (4,3,3,4)

PUNTO DE PARTIDA: Cucayo

MAPA DE LA RUTA:

Descripción:

Dura, por el desnivel acumulado, y larga ascensión a una de las montañas no tan frecuentadas de la Palentina. Curavacas, Espigüete y Peña Prieta acaparan la fama de este espectacular sector de la Cordillera Cantábrica. Aquí os propongo una bellísima circular por las vistas que se tienen sobre las montañas más altas de la Cordillera y de los Picos de Europa.

A la entrada del bonito pueblo de Cucayo se puede aparcar el coche para tomar la pista que a mano derecha sale en fuerte ascenso. Al poco pasamos a lado de los Molinos de Dobres y de una ganadería en la que el camino se bifurca. Cogeremos el camino de la izquierda siendo el de la derecha el camino de regreso que completará la circular.
Cruzamos el rio por un puente y a partir de aquí la pista no dará tregua con sucesivas vueltas y revueltas de una pendiente acusada.

Llegaremos al collado Sierra Lamoa para coger un poco de aliento dejando a nuestras espaldas el pico Mamozán y a la izquierda la bella estampa de peña Ginesta.

Estamos en los invernales de Praíza y la pista vuelve a acentuar su pendiente. Aparecen más revueltas en la pista hasta que se alcanza una nueva cabaña en donde el camino se bifurca. Cogeremos el camino de la derecha, siempre sentido ascendente, para continuar ya sin pérdida.

Los Picos de Europa irán haciendo acto de presencia a lo lejos rivalizando en belleza con los Puertos de Riofrío y la pared de Peña Prieta, techo de la Cantábrica si exceptuamos a los Picos. También las vistas al Bistruey son interesantes.

Conforme vamos ganando altura por la pista las panorámicas van mejorando. Incluso vemos parte del cresteo que realizaremos a la vuelta una vez coronado el Lezna. La Peña Quebrada nos regala una vista interesante también.

Poco antes de llegar al collado Pumar habremos obviado un ramal de la pista a la derecha que nos llevaría hasta las charcas de la majada de los Llaos. La pista, ya algo desdibujada, llegaría hasta el citado collado dando vista a la zona de Lores (Palencia) y a las montañas de Alto Campoo.

Abandonamos la pista, y girando a la derecha, vamos remontando la pendiente hasta el collado del Rincón y, en brevísimo trecho después, hasta el pico Pumar.

Desandamos el camino hasta el collado del Rincón y ascendemos, sin complicaciones técnicas, hasta la cima de este privilegiado mirador de la montaña palentina que es el Pico Lezna. La vista circular es espectacular destacando la proximidad del Curavacas, el valle de Pineda y un poco más lejos la cara este de Peña Prieta.

A lo lejos, y en días claros, el Sistema Ibérico es perfectamente visible. Pero por supuesto los Picos acaparan mucho protagonismo ya que pueden apreciarse los 3 macizos.

Tirando de zoom el repertorio de cumbres es casi infinito: Peña Vieja, el Urriellu, la "Reina" del Cornión que es Peña Santa de Castilla, Torre Salinas y un largo etc.

Por supuesto se observa también la cumbre más alta de todos ellos: Torrecerredo, secundado por el Tesorero, Horcados Rojos, Santa Ana, etc.

Después de un rato de deleite visual volvemos a desandar el camino y poco antes del collado Rincón giramos ligeramente a la izquierda para faldear a media ladera la cima del pico Llaos. Seguimos en descenso, sin perder de vista la mole del Curavacas, hasta el collado Mostajo.

Seguiremos por la cresta de la montaña para subir la Peña Quebrada que antiguamente figuraba como un “dosmil” y ahora se queda a escasos 3m, según el IGN, de ese honor.

La caída norte de esta montaña, casi vertical, nos dejará sin palabras. Y las vistas a Peña Prieta siguen siendo de escándalo.

Seguiremos por esta cresta, primero en fuerte descenso por la cara oeste de peña Quebrada, y luego de forma más suave hasta las inmediaciones del cotero de Hierbas Dulces. Si bien la pista alcanza los puertos de Riofrío en donde deberíamos de coger el ramal de la derecha, podemos acortar el trayecto pasando la alambrada y bajando a esta pista directamente por un terreno herboso dejando el citado Cotero a nuestra izquierda.

Una vez alcanzado la pista esta irá descendiendo casi paralela al rio Frío, el cual a tenor del nombre que tiene nos hacemos una idea de la temperatura que pueda tener el agua. El camino alcanza y transita por dentro de un precioso bosque que en verano será todo un alivio para el calor.

Sin pérdida llegaremos al puente y a los Invernales de Ranes. Poco después la pista desciende hasta el cruce de la ganadería que a primera hora de la mañana vimos enlazando con el camino de la ida.

Poco después de este cruce alcanzamos de nuevo Cucayo. Las ultimas luces del día van haciendo acto de presencia tiñendo de oro las montañas alrededor del pueblo. Ruta espectacular, por una de las zonas más inhóspitas de la cordillera Cantábrica, que no dejará indiferente a nadie.

AVISO: Es responsabilidad de cualquiera que realice las actividades aquí descritas el tomar las medidas de seguridad oportunas. Variables como la meteorología, la estación correspondiente, la altitud, el estado del terreno, y sobre todo la preparación física y técnica de cada uno, harán apropiadas o no la realización de dichas actividades. Los tiempos aquí descritos son meramente orientativos y corresponden exclusivamente a mi condición física. También habrá que tener en cuenta, si procediera, la legislación administrativa y ambiental del espacio donde se esté realizando la actividad ya que podría estar sujeta a ciertas restricciones. El desconocimiento de estas restricciones no exime del cumplimiento de las mismas.