ALTITUD: Pico de la Ferreirua (1.977m)

DISTANCIA TOTAL: 6km

TIEMPO: 3h30 (teniendo en cuenta muchas paradas, comida y fotos)

DESNIVEL ACUMULADO: 480m

DIFICULTAD: Fácil crestería. No obstante, en la parte final la cresta se afila un poco y hay que hacer algún apoyo puntual con las manos. Según MIDE (3,3,4,2)

PUNTO DE COMIENZO: Puerto de Ventana

MAPA DE LA RUTA:

DESCRIPCIÓN: Esta es una ruta pensada para hacer una mañana o una tarde, dejando tiempo suficiente el resto del día para hacer otras cosas. Es, por tanto, una ruta relativamente corta y disfrutona por una cresta que no entraña dificultad salvo en su última parte donde se afila ligeramente y que requerirá de algún apoyo puntual de las manos pero sin sensación de patio.

Salimos del mismo Puerto de Ventana en dirección Oeste-Noroeste hacia el Boquerón de Ventana desde el que ya podemos observar el objetivo del día; el pico Ferreirua y su crestería.

Bordeamos el Boquerón y volvemos a la divisoria entre la Comunidad de Castilla y León y el Principado de Asturias. Prácticamente desde este momento hasta la cima no la vamos a abandonar en ningún caso. Ahora tomamos el sendero que por la divisoria de aguas nos llevará, en fuerte pendiente, hasta la cima del Pico del Cuervo. Comenzamos a observar las montañas de nuestro querido Somiedo.

Descendemos hasta la Collada del Cuervo y nos detenemos a observar lo que nos queda: una escalera de subidas y descansos, o pequeñas bajadas, que se van alternando de forma sucesiva.

El sendero está muy marcado y pisado aunque el objetivo es tan visible que casi no haría falta. Si giramos la vista a nuestra izquierda, en el sentido de la marcha, veremos el valle de San Emiliano y la soberbia mole de las Ubiñas y los Fontanes. Estas nos van a acompañar todo el día.

A medida que avanzamos las vistas hacia el valle de Somiedo son cada vez mejores, destacando el Morronegro, el Montihuero, la Calabazosa y Peña Orniz.

En el collado de los Chamuergos ya resta poco para la cima. La Sierra de los Bígaros, a la izquierda, son otro grupo de montañas destacadas de Somiedo y del Camín Real de la Mesa.

En los últimos metros antes de la cumbre se debe apoyar puntualmente las manos, pero de forma sencilla. La cima está adornada con una cruz y buzón. Las vistas son espectaculares tanto hacia al valle de Teverga en Asturias como hacia las Ubiñas.

Hacia el Valle de Torrestío, ya en León, podemos observar buena parte de la montañas somedanas, como habíamos dicho antes, y parte del Camín Real de la Mesa.

Después del deleite visual y la parada de avituallamiento volveremos por nuestros pasos.

En esta imagen se puede ver parte de la preciosa crestería con las Ubiñas de fondo. En general es de fácil andadura y vistosa. Sin embargo con nieve y/o hielo la cosa cambia radicalmente y en algunos puntos puede ser delicada.

Como se puede ver en algunos pasos o falsos collados la senda faldea un poco a media ladera evitando algunas pequeñas cotas. Normalmente lo hace casi siempre por la vertiente norte o asturiana.

Hacia la vertiente asturiana podemos apreciar la mole caliza de la Sierra de la Sobia. Se aprecia bien y colgada en el vacío la Villa de Sub y el comienzo de la Foz de la Estrechura donde se asienta Cueva Huerta.

Casi acabando el regreso, y antes de volver a subir el Pico del Cuervo, vemos los Huertos del Diablo, el Ranchón y el Panchón.

Solo nos queda descender del Boquerón de Ventana y acabar esta rápida ascensión a un mirador excelente entre las Ubiñas y Somiedo. Pero antes de volver a casa esperamos a las últimas luces para deleitarnos con la Ubiña Grande y los Fontanes.

AVISO: Es responsabilidad de cualquiera que realice las actividades aquí descritas el tomar las medidas de seguridad oportunas. Variables como la meteorología, la estación correspondiente, la altitud, el estado del terreno, y sobre todo la preparación física y técnica de cada uno, harán apropiadas o no la realización de dichas actividades. Los tiempos aquí descritos son meramente orientativos y corresponden exclusivamente a mi condición física. También habrá que tener en cuenta, si procediera, la legislación administrativa y ambiental del espacio donde se esté realizando la actividad ya que podría estar sujeta a ciertas restricciones. El desconocimiento de estas restricciones no exime del cumplimiento de las mismas.