ALTITUD: Correcillas o Polvoreda (2.007 m).

DISTANCIA TOTAL: 8,9km

TIEMPO: 5h50 (teniendo en cuenta muchas paradas y fotos)

DESNIVEL ACUMULADO: 1.001m

DIFICULTAD: Ninguna. Según MIDE (4,3,3,3)

PUNTO DE COMIENZO: Villalfeide

MAPA DE LA RUTA:

DESCRIPCIÓN: Llegamos en coche al pueblo de Villalfeide. Omitimos el cruce que nos llevaría al pueblo de Correcillas y unos metros más adelante dejamos el coche donde podamos. Nosotros aprovechamos un hueco en las inmediaciones de una fuente. Ya a pie, recorremos el pueblo hasta el final del mismo.

La carretera se transforma en pista de tierra que recorremos acompañados por un intenso frío. El Sol ya calienta la cara Sur del Correcillas pero a la sombra todavía hay que ir bien abrigados.

Por esta ruta se suele disputar el kilómetro vertical al Polvoreda. Es decir, hay que subir más de 900m en menos de 5km lineales para que sea declarado Km vertical, como es el caso. La cencellada nos deja bonitas estampas en la flora.

La pista se acerca a un tramo donde se juntan 2 pequeños arroyos. En este punto debemos girar a la izquierda y dejar que la pista continúe a la derecha. Ahora la subida se hace algo más pindia.

Volvemos a enlazar con otra pista que sube paralelo a uno de los 2 arroyos anteriores en la zona conocida como el Reguerón. Todavía estamos caminando por un pequeño robledal a la sombra.

El bosque se termina y llegamos a una pequeña campera herbosa donde la cencellada persiste. Pero aquí encaramos la parte más rocosa de la ascensión ya a pleno sol.

Mientras el pueblo de Villalfeide va quedando más abajo la senda, bastante marcada, va cogiendo altura rápidamente. Ahora la dirección es totalmente Norte para luego ir girando al Noroeste.

Vemos un poco el camping de Vegacervera y, al fondo, el pueblo de Coladilla que tiene fama por sus fantásticos yogures de leche de vaca. Al fondo la parte sur de la cordillera cantábrica en su zona central.

Pasamos al lado de una cueva, a mano izquierda sentido ascendente, en la que podemos adentrarnos un poco en su interior. Sin duda puede ser de ayuda en caso de emergencia por cambio en el tiempo. La cueva es pequeña pero encontramos dentro, algo escondido, un diminuto nacimiento.

La pendiente suaviza un poco y nos tomamos un respiro en una zona herbosa muy cómoda de andar. Aquí la senda hace un requiebro, gira a la izquierda para volver a hacerlo a la derecha.

Es impresionante la mole de caliza que son las Hoces de Vegacervera. Al fondo empieza a aparecer el macizo de las Ubiñas con bastante nieve.

El último kilómetro lineal es muy pindio ya que casi se suben 400m verticales. Uno ya puede hacer los cálculos de la pendiente que tiene este tramo. Sin duda, el sufrimiento se recompensa con las impresionantes vistas que hay desde aquí.

Hacemos cima en esta atalaya, uno de los dosmiles de la cantábrica más al Sur.

Las cimas más destacadas que se observan desde este mirador son innumerables. En primer término Peña Valdorria y más al fondo la montaña palentina con el macizo de Peña Prieta y más a su derecha el Espigüete. Esta es sin duda uno de los iconos de la cordillera bien visible desde la mayor parte de ella.

Más al sur tenemos la inmensidad de la meseta palentina y leonesa. Se observa bien el pueblo de Correcillas y la Peña Galicia; ésta todavía con la helada en su cara norte.

El pueblo de Villalfeide con un parepentista que salió desde la misma cumbre del Polvoreda. Al fondo se pueden ver los Montes de León emergiendo de la niebla permanente de la meseta.

Más hacia el Oeste destaca todo el Macizo de las Ubiñas, las montañas del Huerna con el Cueto Negro y el Cirbanal. En primer término las Hoces de Vegacervera.

Al Norte la Estación de esquí de San Isidro, con el Torres, Agujas, Redondo y la Sierra de Sentiles,

Al Noreste no podían faltar los Picos de Europa destacando el Cornión con la Peña Santa de Castilla. A su derecha los Urrieles con Torrecerredo como máxima cota de todos ellos.

A nuestros pies y hacia el Norte el precioso Valle del Marqués que ahora según parece esta en manos privadas y por el que no es posible andar. Al fondo algunas cumbres destacadas como el Brañacaballo, la Morala y el Huevo.

Después de un largo rato en la cumbre solo el frío intenso nos echa para abajo. El retorno se hace por el mismo sendero que de subida. Se agradece el sol en esta época de puro invierno.

Prácticamente abajo, y a punto de conectar con la pista de retorno al pueblo, el Cueto Salón nos dice adiós.

Caminamos por la pista de esta mañana, ahora soleada, y sin darnos cuenta llegamos al pueblo. Ruta corta en distancia pero intensa en esfuerzo.

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